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Pequeña Habana

Pequeña Habana
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La Pequeña Habana no siempre fue cubana. En la década de 1930, era una comunidad judía próspera, que terminaron mudándose a los suburbios y la playa. Después de la revolución cubana en 1959, los exiliados cubanos llegaron en masa y se establecieron en el barrio, convirtiéndola en el corazón de la comunidad cubana exiliada y un centro simbólico de oposición a Fidel Castro.

Jackie Sarracino, una cubana que se mudó a Miami, descubrió el potencial turístico de Domino Park en 1999 y abrió una tienda de recuerdos cubanos en la Calle Ocho, colgando obras de arte de artistas desconocidos llevando a que se abrieran unas pequeñas galerías de arte de barrio. Hoy en día, La Pequeña Habana tiene más de una docena de galerías de arte, tiendas de tabaco y restaurantes.

Bill Fuller, presidente de la junta directiva de Viernes Culturales, es un cubanoamericano que ha dedicado su vida a proteger la Pequeña Habana, Fuller creció en un ambiente cubano y siempre ha sentido un profundo amor por su cultura; por ende, donde muchos vieron delincuencia, él vio su infancia y la bella casa de sus abuelos.

Fuller aprovechó su conocimiento del barrio y adquirió las propiedades a bajo precio. Su objetivo era crear negocios que reflejaran la cultura cubana y atrajeran a turistas. Y en 2007, junto con otros empresarios, lanzó Viernes Cultural, un evento mensual que celebra la música, el arte y la gastronomía cubana.

Fuentes: https://usatoday30.usatoday.com/news/nation/2007-08-31-513912598_x.htm

https://www.diariolasamericas.com/economia/la-pequena-habana-barrio-cultura-y-tradicion-n4179706#google_vignette

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